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"Fusión, conflicto de intereses y voluntades..." - OPINIÓN

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Ahora que ya no tengo la presión de la responsabilidad, me siento más libre para opinar sobre algo muy delicado, espero “no molestar”, tampoco desvelar ningún “tema” tratado en conversaciones privadas. Lo que pretendo es aclarar posturas y allanar caminos, nada de poner trabas, alguien (que me quiere bien) me dirá que me estoy metiendo en charcos sin necesidad y como siempre, llevará razón, pero así somos las personas, erre que erre.

Como es público, no sé si notorio también, durante el año 2019 y parte de este aciago 2020, se ha estado negociando la fusión de las dos Cooperativas de nuestro pueblo, que al final ha encallado, no fracasado, ni tampoco finalizado, al contrario, se han sentado bases que serán fundamentales para continuar con nuevas visiones y con nuevas posturas. En mi opinión, se han hecho diagnósticos distintos por las partes, y cada una, pretendía lo mismo por motivos distintos: Fusionarse, una por necesidad y la otra, un poco arrastrada, un poco por solidaridad y otro poco por compromiso, pero sin convencimiento.

Al final, una parte, a última hora, en tiempo de descuento, lo ha rechazado alegando razones secundarias, por no abordar en profundidad, por no abordar el fondo de la cuestión y que el tema requiere. En una negociación de este tipo, la transparencia debe ser total, nada se puede quedar en el baúl, porque en el futuro puede salir y dar al traste cuando la solución ya no es posible y esa carga no nos la podemos permitir.

Hay una razón que convence a cualquiera y a todos. La fusión es necesaria para abordar el futuro con tranquilidad. Ahorro de costes y posibilidad de afrontar nuevos proyectos con solvencia, transmitiendo confianza, abordando la posibilidad de crecimiento, que es necesario, al menos recuperar una buena parte de lo perdido. Eso nadie lo discute. Todo lo demás es aleatorio, todo lo demás es discutible, todo es negociable. Como alguien dijo en la primera reunión de la negociación, hay que dejar fuera todos los prejuicios (sentimientos mal entendidos) que se vienen arrastrando históricamente y afrontar la negociación con voluntad de acuerdo.

He leído las razones que se han dado a la Asamblea General de una de las partes para dar por finalizada la negociación, aunque en el mismo escrito se dice que quedan abiertos a seguir dialogando buscando el acuerdo, porque están convencidos de que la Fusión (con mayúscula) es buena para ambas partes. Me parece una manifestación contradictoria, por no buscar otro calificativo que pudiera ofender a alguien. Si realmente hubiera voluntad de seguir negociando, se haría una contrapropuesta al acuerdo al que se había llegado y que finalmente fue rechazado, a última hora, alegando motivos que quien los expone no tiene la información suficiente o al menos, no la tiene toda. Porque recuerdo, que la fusión es tema de dos, aunque sea, precisamente, más de una que de otra.

Se dice en el informe técnico, que argumentó el rechazo, que una de las partes es más perjudicada que la otra, al menos que está en desventaja en la negociación y es posible que así se vea por quien no ha asistido a las reuniones, ya que en los informes presentados (técnico, económico, financiero, etc.) dicen todo lo contrario, los mayores beneficios en reducción de costes y mejora de sus ratios de producción son de aquella que peores datos presenta en la actualidad y mantiene las mayores necesidades  de inversión inmediata también.

Se alega imposibilidad de apoyar  este acuerdo porque no se cumplen los principios Cooperativas y no serán (en el futuro) aceptados por las autoridades administrativas y gubernamentales, algo que en principio no sabemos porque no se ha llegado a plantear a los organismos correspondientes. Mi opinión personal es que serían autorizadas porque los beneficios son evidentes, al menos para la Entidad más necesitada.

Por otra parte se deja entrever que la Entidad Financiera que mantiene la deuda mayor y única de la negociación, no estaría de acuerdo en las peticiones que se le hicieran. También es algo futurible, porque no se le ha llegado a hacer ninguna propuesta por parte de la Comisión negociadora, si algo se le ha propuesto ha sido por parte de la Cooperativa deudora a nivel privado y por tanto se desconoce el planteamiento. En la reunión donde sí estuvo presente la Entidad Financiera sus manifestaciones fueron positivas a estudiar una propuesta concreta por parte de la comisión y esta no se ha llegado a plantear, sí se habló de ella en cuestión al patrimonio no productivo, pero sin concretar propuesta alguna, por tanto es algo sobre lo que no se puede especular, a no ser que haya algo que desconozcamos todos los participantes.

El verdadero motivo del rechazo es el reparo a plantear una aceptación por parte de los socios de la Cooperativa deudora  en proporción del montante de la deuda y su compromiso a mantenerse en la nueva entidad un tiempo mínimo de 10 años, algo que evitaría la sangría que hasta ahora se viene produciendo, algo que de haberse hecho hace unos pocos años, no hubiera dado lugar a la situación actual de necesidad urgente de parar la perdida de socios y de cantidad de kgs de aceituna, que no puede bajar más sin riesgo de hacer inviable la asunción de las amortizaciones anuales obligatorias y necesarias para reducir la deuda.

Este debate ha de producirse a nivel interno sin demoras y mientras más se retrase, mayor será el daño social y asociativo, la transparencia en este sentido es garantía de salud, la ocultación o una información a medias o sesgada es motivo de agravamiento de la situación.

Se dice que hubo una propuesta de crear una comisión en ambas Cooperativas en la que participaran personas ajenas al Consejo Rector,  además de estos. Creo que es un error, los Consejos Rectores no pueden perder su representatividad y su responsabilidad, adquirida de la masa social legal y democráticamente, son ellos los que pueden tomar decisiones vinculantes, entre ellas las de pedir opiniones técnicas ajenas u opiniones de otras personas que la situación requiera, pero son ellos los que deben decidir la estrategia a seguir.

Dicho eso, también estoy convencido, que culminada la negociación, con resultado positivo o negativo, este ha de ser llevado a la Asamblea General e informar de la gestión realizada, con claridad, sin ocultar información, con sinceridad y que sean los socios quienes decidan, al final deben ser los socios los que opinen de la conveniencia o no del acuerdo adoptado por el Consejo, así es en todos los temas que afectan a la Cooperativa y así debería ser en este  también, sin miedos, con libertad y convencidos de que la opinión mayoritaria es la acertada.

Por tanto, en mi opinión individual y personal y con la experiencia de haber vivido el proceso anterior, y dos intentos más antiguos, estos si fracasados, creo que los pasos a seguir deberían ser:

  1. Que cada Consejo Rector decida libremente, sin presiones de ningún tipo, su intención de negociar o no la FUSION con ánimo de llegar a un acuerdo, si así se dan las circunstancias.
  2. De decidir la negociación, que se fijen unas reglas de juego claras y se planifiquen las reuniones, fijando un plazo para ello, con el fin de no eternizar una negociación que ya tiene un recorrido.
  3. Crear una comisión de un número de miembros suficiente para que sea operativa con poderes plenos para adquirir compromisos.
  4. Que se decida si invitar, o no, a  socios de ambas cooperativas ajenos a los Consejos Rectores, y en qué condiciones participan (con voz y voto, solo con voz, etc.), con el fin de que verifiquen la claridad y transparencia de la negociación.
  5. De cada reunión se levantaría acta y esta se debería presentar en la reunión siguiente con la firma de todos los miembros del Consejo Rector de haber sido informados, para evitar el error de la anterior comisión.
  6. Llegado el plazo fijado, se debería redactar un documento resumen de lo avanzado y dar cuenta a las Asambleas Generales para que estas confirmen, o no, lo acordado. Decidiendo si continuar la negociación o no.
  7. Si por el contrario, en el plazo fijado se llegara a un acuerdo definitivo, se debería ratificar por las Asambleas Generales respectivas.
  8.  Este principio de acuerdo, se debería notificar a todos los socios por escrito, fijando un plazo determinado para que se libere el voto de aquellos socios que no estuvieran de acuerdo, y así conocer el grado de aceptación de los socios.
  9. Si el porcentaje de aceptación, cumple los mínimos fijados, se debería celebrar una Asamblea General conjunta de ambas cooperativas para que el acuerdo sea ratificado en la misma.
  10. Si finalmente se llegara a un acuerdo, se debería fijar un plazo determinado de unificación del funcionamiento conjunto con un Consejo Rector acordado en la Comisión, antes de celebrar una Asamblea General única y nombrar Consejo Rector único por el plazo que estipule los nuevos estatutos que previamente deben haber sido aprobados.

Repito, este escrito es una opinión libre, personal, que no representa a nadie más que a mí mismo y por tanto a tener o no en cuenta por los miembros de los respectivos Consejos Rectores.

Si bien y libre ya de la representación de una de las partes, sí puedo manifestar mi opinión personal al respecto y esta es claramente a favor de llevar a cabo la fusión convencido de que las ventajas superan a los inconvenientes, siempre que el acuerdo sea claro y conciso, quede refrendado por los órganos correspondientes y recogido en un documento jurídico y legal  firmado con todas las garantías de cumplimiento posibles.

El acuerdo, de llegarse a un acuerdo, no puede ser solo de las dos cooperativas afectadas, sino que ha de ser refrendado por los Organismos competentes para facilitar los flecos legales que puedan darse y respaldado económicamente en todo aquello que se necesite para legalizar y normalizar el funcionamiento.

Y por supuesto, la negociación con la Entidad Financiera que mantiene la deuda ha de darse una negociación generosa por parte de la Entidad y ofrecer todas las garantías de viabilidad a esta, para evitar incertidumbre de futuro.

La principal virtud de una Cooperativa es la confianza, tanto a socios como a proveedores, Entidades y Organismos. El Cooperativismo es un sistema de futuro y la solución para los productores pequeños y medianos, también para los grandes y garantes de la defensa de nuestro Producto Estrella y merece la pena ser generosos todos.

Este no puede ser un acuerdo de buena voluntad para resolver los problemas coyunturales, sino un acuerdo de futuro que respalde un proyecto ambicioso que beneficie primero a los socios y como consecuencia a todo el Municipio.

Antonio López Mateos

Expresidente de la S.C.A. SAN JUAN

Exmiembro de la anterior Comisión Negociadora 

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